jueves, 6 de julio de 2017

Escucha sin oír

Alma de diamante es un abrazo dulce que poco a poco me eleva. Las primeras notas se encargan de cerrarme los ojos y la voz del capitán Beto me va acariciando el rostro intentando tranquilizarme y hacerme recordar que no debo de quebrarme. En ese momento puedo sentir, oler, la libertad que es como una playa al atardecer, solitaria y hermosa.

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