jueves, 6 de julio de 2017

La infancia de Grisel



Su casa, el negocio de su abuela, el colegio, son los únicos lugares que conoce a la perfección. ¿Qué hay más allá? Se cuestiona con frecuencia pero no lo sabe. No la dejan explorar otros espacios. Esta limitación ha hecho que ella cree un mundo imaginario a partir de lo que ve en la televisión. Si será bueno, no lo sé. En su soledad, juega, crea historias, imagina, vuela.

Dicen que no hay límites en la imaginación, ella encontró en ella y en los sueños el lugar perfecto para volar.

Mírenla sonreír, lo hace con naturalidad y de una manera tan cálida que te das cuenta que está disfrutando. Pero, ¿Cómo puede disfrutar si es la única niña en una casa donde hay demasiados adultos?
Amigos imaginarios, que después de esta foto empezó a olvidar.


La pequeña Grisel



Es una de las tantas hijas que nos regala abril. Ahí donde la ven tiene tan solo tres años, pequeña, inocente y curiosa. No llega ni al metro de estatura pero aun así es imposible no quedarse mirándola. Su cara redonda, culpa de los cachetes regordetes, sus grandes ojos, su sonrisa, que estrena el nacimiento de sus primeros dientes, el cabello castaño y delgado que el viento mueve como pequeños hilos de seda, todo esto conforman a ese ser.

Corre, se siente libre. El viento le genera una sensación muy parecida a la de volar y cree que lo hace. Sus pies rozan el pasto mojado y hacen que ella sonría cada vez más por el cosquilleo de las hojas.

Se encuentra en un lugar grande y alejado de su casa ¿Cómo una criatura tan pequeña puede desplazarse con tal tranquila por un espacio desconocido e inmenso? Es una experiencia nueva y la disfruta, en ese instante, para ella, todo eso es el mundo.


Adiós escribidor



Renuncio a tu cuidado
Ya no puedo con tu fracaso
Trate de amarlo, trate de amarte desde el primer momento
Cuando lo logré ya no me deseabas
Renuncio a la preocupación
La que no me deja dormir

Renuncio a la esperanza
A creer que las mañanas serán contigo

Renuncio a tu pena
Soy fuerte y no te necesito

Renuncio a confiar en tus sueños
Por que si tú no crees en ellos nunca serán reales

Renuncio a mi utopía
Porque no quiero caminar sin rumbo

Quiero caminar hacia una meta

Escucha sin oír

Alma de diamante es un abrazo dulce que poco a poco me eleva. Las primeras notas se encargan de cerrarme los ojos y la voz del capitán Beto me va acariciando el rostro intentando tranquilizarme y hacerme recordar que no debo de quebrarme. En ese momento puedo sentir, oler, la libertad que es como una playa al atardecer, solitaria y hermosa.

Prefiero un sueño



Disfruto demasiado los sueños, dormir es mi actividad favorita. Será porque ya no soporto la realidad, porque simplemente no la quiero enfrentar. Pero no tendría motivo, no me han sucedido grandes tragedias, ni he sufrido demasiado viviendo el día a día.

Mi vida siempre ha sido ordinaria, con contados momentos felices y logros alcanzados con poco esfuerzo, pero yo no me conformo quiero vivir en una mundo imaginario, donde todo es de colores, siempre sucede lo que yo quiero y esto se debe a que aún soy una niña. Soy un infante, anhelo un sueño de hadas donde hay finales felices y los buenos siempre ganan o los malos se vuelven buenos o desaparecen por arte de magia.

Empiezo a suponer que tengo problemas, que aún no crezco y creo que hay niños que aceptan más esta realidad. Otro motivo es que tengo demasiados sueños, quiero cumplir muchas metas que en este mundo siempre se me han sido negadas.

Sé que tengo el talento y la habilidad para cumplirlas, pero la falta de apoyo y reconocimiento hace que me limite y que no sea capaz de lograrlos. ¿Qué hago echando la culpa a los demás si yo no confió o no trato de hacerlo? Soy mi propio límite, duermo para soñar con algo ideal, pero no despierto para cumplir el ideal. Despierta Stephany, actúa, cumple tus sueños y vuelve realidad tus fantasías.

domingo, 25 de diciembre de 2016

Volver a ser lo que no se quiere ser



Ha vuelto la niña del cabello corto
Ha vuelto a la soledad de su habitación
Han vuelto los fantasmas que la acompañan
Porque nadie más le prestaba su compañía

Ha vuelto la niña de las madrugadas tristes
La que lloraba cerca a la ventana rezando a Dios
La que esperaba encontrar alguien que la ame
Ha vuelto esa niña

Y ha vuelto porque ha perdido
El fracaso era algo que no le daba miedo
La pérdida de lo anhelado la regresan
Regresan los sueños que no se cumplirán

Regresa la oscuridad a la cual le teme tanto
Oscuridad en la que vivió por 18 años
Y oscuridad a la que la regresaron
A la que la regresó

¿Quién lo hizo? ¿Quién la hizo volver?
Él, el que le dio luz, esperanzas y sueños reales
El que recibió, logro tener todo de ella
Él, que la mató un martes en la tarde

¿Cómo puede morir si está acá?
Muere porque el alma ya no está
Muere porque el corazón se lo llevaron
Muere porque la mente no actúa sola

Muere porque somos sueños y sin ellos no hay vida

miércoles, 6 de julio de 2016

No habrá vuelta atrás

Ya ha pasado año y medio que Grisel terminó con su escribidor. Un fin que tuvo que realizar no porque no lo amara, sino porque ella quería ser libre. Pero la libertad también le dio soledad y muchos miedos. Hace medio año pensó que podía controlar su libertad, sacrificar diferentes cosas solo para poder estar con él, con esa idea le escribió pidiéndole volver.


He decidido dejar todo atrás para ser feliz. Espero que comprendas lo que deseo, espero que aceptes con alegría esto. He decidido dejar mi mal comportamiento, mis locuras no fundamentadas, mis ansías de vivir cosas banales, mi egoísmo, mi libertad mentirosa. Lo he decidido porque he tomado la decisión de querer ser la mujer de tu vida, de ser la compañera que prometí desde el día en que te conocí. 

Quiero caminar, correr, caer y levantarme contigo. Quiero mi libertad y porque la quiero te quiero a ti, porque no hay persona que me haga sentir más libre, más yo, más real, que tú. 

A veces pienso, y es gracioso, como un extraño que solo conocía gracias a menos de 140 caracteres (porque nunca escribías más) me fue enamorando letra a letra, sueño a sueño, paso a paso, sin necesidad de apresurarse.

Fuimos como unas aves, salimos del cascarón, nos descubrimos, aprendimos a caminar, a volar pero como no sabíamos hacerlo nos caímos, TANTAS VECES, que hubo un momento en el cual creíamos que no funcionaría, que mejor era quedarse así. Pero si no luchamos estaremos encerrados en el nido, en nuestros sentimientos, en nuestro amor, que es real pero que no tratamos de volver a hacerlo volar.

Quiero un jueves, cuando el sol de abril se va escondiendo, agarrarte de la mano y bailar el vals de los mil tiempos que deseo convertir en un vals eterno para nunca dejar de bailar a tu lado. Decir un dieciséis las palabras más sinceras y hermosas que podré decir en mi pequeña y corta vida: ¡Acepto! Acepto ser tu esposa, acepto ser tu vida, acepto ser tú.

Sé que hemos pasado por millones de cosas, parte mi culpa, parte tu culpa. Pero si no hubieran pasado estás cosas ¿Cómo sabría el dolor que es no tenerte? Escribiré la frase más prostituida en estos casos “Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde” tan cierta y tan común como el amor.

Mi sueño más deseado con el que me acuesto y me levanto eres tú, tenerte a mi lado.
Todo lo que deseo ser lo deseo ser contigo.

Soy ordinaria sola, contigo soy extraordinaria. Y si me haces sentir así y de miles de maneras creo que significa que eres el indicado, a quién debo de besar hasta el día en que cierre los ojos a este mundo y vuele más allá.

Te amo y es el mejor cierre que puedo dar.
Te amo y no puedo parar de escribirlo.
Te amo, porque repetirlo más de tres veces es sagrado.
Te amo, porque es eterno.