Si la ves por la calle no le tomaras importancia, a menos que la encuentres en sus ratos de inmadurez que suelen ser cuando se encuentra acompañada de alguien que le de mucha seguridad.
Grisel, es un alma noble pero complicada. Su vida se la pasa pensando que hacer para cambiar el mundo y vive queriendo ayudar a los demás cuando ella es la que realmente necesita apoyo. Es la compañera de muchos sin recibir nada a cambio. Cansada de siempre dar y nunca recibir o solo recibir las gracias. Esto hace que algunas veces cuando se encuentra sola en su cuarto piense en ser mala, en mandar a todos a la mierda porque lo ve más fácil y menos doloroso pero su formación católica moralista hace que rebelarse sea un dolor en el alma.
Sus padres, un funerario y una contadora frustrada, no la entienden y la juzgan por pensar diferente, por querer ser feliz. La matricularon en colegios católicos para que de esa manera puedan formar a su hija ideal, quieren que sea alguien en la vida, pero ella no quiere ser alguien más, ella quiere ser diferente. Siempre tuvo grandes amistades (todas mujeres porque nunca le dejaron tener amigos hombres hasta que cumplió los 18) que la estiman pero que no la hacen sentir completa.
Busco el amor y todas las veces que creyó encontrarlo estos la traicionaron, la usaron y la hicieron sentir impura. Actualmente esta en una relación con un escritor novato, un joven mucho mejor que los anteriores, que la hace sentirse insegura pero enamorada. Por momentos piensa que su destino es estar sola.
En su futuro quiere ser feliz pero no termina de completar nunca su idea de felicidad. Sueña con París y, al estilo de Vallejo, morir ahí. Ser algún día una gran actriz, cantante, bailarina, pintora o fotógrafa.
Grisel tiene muchas historias que su memoria ya quiere borrar.
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| Los ojos de Grisel |
